Soy profesora de Inglés en un centro de secundaria de ámbito
mayoritariamente rural. Creo que uno de nuestros "deberes" como docentes
es abrir las puertas al mundo, muy especialmente a Europa, para que
nuestros alumnos puedan ampliar sus experiencia y agrandar su visión de
la realidad circundante. Los programas internacionales son absolutamente
necesarios para alcanzar este objetivo. Intercambiar ideas con alumnos
de otras culturas y distinta forma de trabajar, colaborar con centros de
otros países y ver qué se cuece no tan lejos de nosotros. Y viajar si
es posible, siempre que sea posible.
¿Qué echo de menos?
Clases con menor número de alumnos para poder incidir en la práctica
oral y para que el trabaco con las TIC sea realmente eficaz. Y, por
supuesto, más presupuesto para asistentes de conversación y para
financiar visitas e intercambios con otros centros de Europa.
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